La ética del Tango Danza

La ética del Tango Danza consiste en hacer el baile tal cual es y no buscando la admiración fácil.

Es hacer las cosas sin engañar, sin prostituirlas, hacer un trabajo digno, sin pensar en el resultado o sea no favorecer lo fácil, lo grandilocuente para llamar la atención.

Hay algunos que se escudan en la palabra arte o conexión-sentimiento para hacer cualquier cosa. Y me pregunto... ¿por qué no hay un control de calidad de una cosa tan importante como la Danza?

Hay que reconocer que lo que se baila es la cultura de un pueblo, y la ética de la danza consiste en eso; estudiar esa cultura profundamente y hacer las cosas como son, respetando su esencia, sabiendo que se está representando la cultura de un pueblo.

El Tango es el Tango

¿Crees que metiéndole ocurrencias sin tener esencia lo enriqueces? NO, todo lo contrario.

Si un maestro es honesto, trabaja serio y lo hace bien, así cumple con su responsabilidad. La responsabilidad es como la libertad, va con uno mismo.

Gracias al pueblo llano y simple se enriqueció el caudal inagotable del tango. Ese pueblo enseñó que la tierra está para acariciarla, unos acariciando sacan trigo, mientras otros acariciando extraen Tango.

Pisoteándola y humillándola no se produce ni danza ni espigas.

La ética del Tango Danza es una actitud ante la vida pública. No creo en el virtuosismo, ni creo que poniéndote delante del espejo, haciendo cosas bonitas ya estás haciendo arte. El trabajo está por encima de todo y luego ya están los demás para definirlo.

No hago concepciones.

El éxito más grande es terminar con el mismo respeto que se ve en el interior de una Catedral. Esa música, ese baile, ese silencio, esa música callada es La Danza.